Te gusta dormirte con el sonido de la lluvia golpeando en el cristal? O eres de los que prefiere despertarse con los primeros rayos de sol de la mañana? Imagínate poder hacerlo con una ventana sobre tu cabeza, sintiendo todo más de cerca, es una sensación muy relajante. Por eso queremos darte las claves para poder sacarle el máximo partido a esa buhardilla que sólo utilizas para almacenar trastos viejos.
- La cama y el cabecero: te recomendamos que coloques la cama hacia la pared baja, seguramente no tengas espacio para poner el cabecero, pero puedes buscar la manera de hacerlo en la pared con un estampado llamativo y con otras texturas.
- Un problema que puedes convertir en ventaja es la irregularidad de altura de la buhardilla, que puedes salvar con una estantería a medida, con módulos de distintas alturas.
- Siempre que puedas, crea una zona de lectura en un rincón de la habitación. Es muy fácil de conseguir, sólo necesitas una butaca confortable, un velador y una lámpara de pie. Como sabes hay habitaciones de todos los tamaños y tipos, pero si quieres crear una estancia agradable te aconsejamos que crees varios ambientes en la misma habitación para sacarle el máximo partido a todo el espacio.
- Integra el armario en el resto de la decoración. Conseguirás una mayor sensación de amplitud y un espacio más homogéneo. Para lograrlo es importante que elijas unas puertas que encajen con el estilo de la habitación o que las pintes del color de la pared.
- Las ventanas de techo son una parte fundamental de la buhardilla. Si se aprovechan bien los huecos y se juega con las alturas se pueden conseguir resultados sorprendentes, como es el caso de esta zona de estar instalada en la parte más baja de la buhardilla.
- Si la altura de la buhardilla es escasa para una cama con somier, puedes probar a poner el colchón directamente en el suelo y aprovechar esta zona como un rincón exclusivo para dormir y leer (esta medida depende de la condición física de cada uno y la edad)
- Aprovecha al máximo el techo y deja que cobre toda la importancia que merece. Muchas veces nos complicamos la vida intentando rellenar de objetos y muebles una estancia que no lo necesita. Sácale partido a la luz que entra por las ventanas, a las maderas viejas de los techos a la rugosidad de la pared.