Estamos a las puertas de la primavera y es hora de empezar a pensar en preparar nuestro jardín para disfrutar del aire libre. Es habitual dedicar mucho tiempo a pensar en la decoración de los interiores pero ¿Qué pasa con el jardín?
Da igual que tengas una finca enorme o simplemente un pequeño jardín, lo importante es que lo conviertas en un espacio donde pasar momentos especiales. Y en la mayoría de los casos no es necesario invertir grandes cantidades de dinero, simplemente dedicar un poco de tiempo a pensar en el elemento adecuado. Un buen ejemplo de ese elemento que dará encanto a cualquier pequeño espacio al aire libre es un banco de jardín.
Si haces un poco de memoria seguramente tendrás recuerdos entrañables de momentos pasados sentados en un banco en un espacio público. Largas charlas con amigos, viendo a tus hijos jugando en el parque, disfrutando de una puesta de sol… entonces por qué no aprovechar tu jardín para colocar un banco de jardín y disfrutar de todo eso! La gran variedad de formas, materiales y diseños hace fácil que encuentres el ideal para ti, sea cual sea tu estilo.
Puedes decidirte por un banco fijo, para que permanezca en el jardín todo el año, o por uno móvil, de forma que puedas guardarlo durante el invierno. En el primer caso, es recomendable optar por un banco diseñado en hierro fundido, la madera es otro material muy utilizado en este tipo de bancos, pero debes asegurarte de que está tratada correctamente para soportar las inclemencias del tiempo. Si te decides por un banco de temporada, puedes encontrar mayor variedad de materiales.