Con este frío y con las reuniones familiares a la vista, no me digáis que no recordáis agradables comidas al lado de una buena cocina de leña . Pues ahora están otra vez en alza y vuelven a nuestros hogares. Y es que si hubo un tiempo que parecían olvidadas, ahora regresan como imprescindibles de las cocinas. Quizás su vuelta sea algo relacionado con las tendencias, con la nostalgia o, simplemente, con su funcionalidad.
“La comida sabe mejor” es una de las frases más recurridas cuando hablamos de cocina de leña y, aunque pueda parecerlo, no es una cuestión psicológica. Tanto si se hace en la encimera como en el horno, la cocción es diferente:
- En la encimera: Se puede controlar fácilmente la temperatura, en función de donde se sitúe el puchero. Esto nos permite cocinar lentamente o con unas altas temperaturas.
- En el horno: Los alimentos conservan toda su jugosidad porque el calor se recibe desde el exterior del horno, y no desde el interior, como en los hornos eléctricos, que tienen una resistencia en su interior.
Pero lo cierto es que una cocina de hierro no solo sirve para cocinar. Son excelentes para garantizar uncalorcito hogareño en la cocina, y hasta en toda la casa. Algunos modelos, llamados calefactores, incorporan también una paila por la que circula agua caliente que luego se envía a radiadores de calefacción convencionales. Sus actuales diseños también las convierte en protagonistas de la habitación, siendo un elemento decorativo fundamental.