Coloreando! Pensar en las sensaciones (Parte 1)

Elegir el color para pintar nuestra casa es una tarea cada vez más complicada. Hace unos años la decisión solía ser muy fácil, Blanco! En la gran mayoría de las casa este era el único color elegido para las estancias. Pero en los últimos tiempos las paredes se han llenado de todas las tonalidades.

El principal criterio de elección del color de cada cuarto es, obviamente, el gusto personal pero te has parado a pensar en qué nos transmiten esos colores. Nuestra casa es un lugar en el que nos queremos sentir cómodos, es nuestro refugio del mundo, por eso es importante pensar detenidamente en el color de las paredes. Además, éste es uno de los elementos principales de la decoración, pues determinará el resto de los elementos de la estancia.

Cada color tiene su significado, nos trasmite unas sensaciones específicas e incluso puede llegar a influir en nuestro estado de ánimo. Por lo que, resulta obvio que pintar las paredes de nuestra casa no es una decisión que debamos tomar a la ligera.  Vamos a hacer un repaso por los colores más habituales.

Rosa

El color más femenino que existe, ligado a niñas y princesas, el rosa es realmente reconfortable. Su amplia gama, desde los tonos pastel hasta los corales más intensos, permite jugar con su variedad. Es un color apropiado para las habitaciones por lo acogedor que resulta, si quieres que pierda parte de su feminidad puedes combinarlo con colores fuertes y vivos.

Rojo

Es un color con un fuerte simbolismo en nuestra cultura. Lo asociamos inmediatamente con amor, pasión y aventura; pero también con peligro y sangre. El rojo es un color extremadamente fuerte y debe ser utilizado con moderación en nuestras casas, nunca como color único o principal.  Se le caracteriza como estimulante del apetito, por lo que puede ser un buen complemento para el comedor.

Amarillo

Representado fundamentalmente por el sol, el amarillo es un color que representa vitalidad, intelecto, innovación y longevidad.  Pero es otro de los colores con los que debemos tener especial cuidado de no abusar. Su utilización mejora la concentración y  aumenta la velocidad del metabolismos, pero si nos cargamos de amarillo podemos agotarnos.  Es un color recomendado para cocinas y comedores, pero nunca para nunca para las habitaciones, porque no es un color para descansar.

Naranja

Es un color asociado a la estabilidad, a la energía y que aporta optimismo. Estimula la conversación y el intercambio de ideas, pero en exceso puede provocarnos ansiedad. Es un color perfecto para dar un toque de color a una estancia que necesita vitalidad, pero si pintas toda la habitación de este color corres el peligro de que te acabe resultando claustrofóbica, pues el naranja hace que la habitación parezca más pequeña. Es un color ideal para cocinas, salas, comedores o recibidores, pero mejor evitarlo en dormitorios y zonas de estudio o trabajo