Coloreando! Pensar en las sensaciones (Parte 2)

La semana pasada os hablamos de la importancia del color que eliges para pintar las paredes de tu hogar. Os dimos las claves de algunos de algunos de los colores y aún quedan muchas posibilidades, hoy os descubrimos las sensaciones que nos transmiten otros colores.

Verde

Es el color de la naturaleza por excelencia. Nos lleva a la sin ninguna duda al bienestar y tranquilidad. Es un color que ayuda a la concentración y eso lo hace perfecto para áreas de trabajo o estudio. La relajación y armonía que nos trasmite en sus tonos suaves lo hace perfecto también para el dormitorio.

Azul

El azul es el color del agua y del cielo; se asocia con la calma, la serenidad, la armonía y la fidelidad. Si la luz natural no es la adecuada este color puede hacer que la estancia parezca fría. El azul reduce el apetito y estimula el pensamiento, por lo que no es un color adecuado para comedores y habitaciones, pero sí para las salas de estudio, juegos o ejercicios. Es también un color muy habitual en los cuartos de baño.

Violeta

Este es un color con una fuerte personalidad, artístico y relacionado con la meditación, la espiritualidad y los rituales. El violeta es un color que puede aportarnos grandes diferencias en función de la tonalidad que elijas. Sus tonalidades más claras, lilas, se asocian a la femenidad y tienen un potente efecto sedante. Es perfecto para crear cuartos y baños donde disfrutar del tiempo sin estrés. Cuidado con abusar de esta tonalidad, puedes crear un espacio somnoliento.

Por el contrario, en sus tonalidades más oscuras, morados, se relaciona con la magia, la fertilidad, lujuria y sexo. Creando, incluso, fantásticos efectos dramáticos. Reservado, en otros tiempos, a la nobleza el abuso del morado puede llegar a ser abrumador, teniendo efectos depresivos, por lo que es recomendable usarlo solo en una pared de la estancia o como complemento.

En la próxima entrega os hablaremos de los colores neutros.