Me da la impresión que muchas veces los procesos que están relacionados con el reciclaje son latosos y suponen mucho trabajo y esfuerzo por las personas que lo van a llevar a cabo. Como verás en este artículo el proceso es muy sencillo y los beneficios que conseguirás gracias al compost son muchos.
El compostaje es un proceso que permite transformar los restos orgánicos (residuos) en un recurso, el compost, un producto adecuado para ser utilizado para mantener la fertilidad del suelo. Quien se encarga de realizar esta transformación son los microorganismos aerobios (es decir, que necesitan aire para respirar).
Todo lo que hagamos en nuestro compostador debe servir para que los microorganismos tengan las mejores condiciones posibles y se reproduzcan. Hay que entender el compostaje como un elemento vivo que necesita cuidados (muy pocos) para que pueda alcanzar unas condiciones de humedad y temperatura adecuadas.
Para llevar a cabo esta actividad necesitas una compostadora, en Bricolaris tenemos dos:
Ambas tienen grandes ventajas, están fabricadas en Thermolen un material de alta calidad.. Gracias a sus paredes termoporosas, ofrecen las mejores condiciones de aislamiento. El calor generado permanece dentro de las compostadoras y acelera el proceso de descomposición.
Otras características:
Compostadora Thermo King de Graf:
- Fácil llenado a través de dos amplias aberturas
- Rápido proceso de compostaje gracias a su sistema de ventilación optimizado y paredes de Thermolen
- Sistema Easy-lock cerrado fácil – Montaje sin herramientas
- Sistema de fijación de tapas Wind-Fix
- Regulación de la circulación del aire verano e invierno
- Disponible en dimensiones de 400, 600 y 900 litros
- También disponible rejilla para el suelo (opcional)
Compostadora Eco King de Graf:
- Llenado fácil a través de dos amplias aberturas
- Rápido proceso de compostaje
- Cómodo sistema de extracción de compost
- Puede utilizarse durante todo el año
- Disponible en 400L y 600L
Para ubicar el compostador es aconsejable que se alternen horas de sol y de sombra. El lugar ideal es en un terreno donde en invierno haya una exposición directa al sol durante el máximo de horas y en verano tenga sombra. Porque en invierno debido a la humedad tiende a generar exceso y en verano debido al calor tiende a secarse.
Antes de comenzar a echar los residuos orgánicos hay que preparar la base de la compostadora, ya sea sobre tierra o cemento hay que disponer una buena cama de restos vegetales secos (mínimo 30 cm) bien triturados como base donde asentar el compostador. Esto evitará la aparición de líquidos y facilitará la circulación de aire desde su base. Una vez asentado, debemos también preparar una capa de restos vegetales triturados de 5 o 10 cm de altura en el interior del compostador.
Para que la mezcla resulte efectiva hacen falta 3 elementos: aire, agua y alimentación.
AGUA: Sin agua la actividad se detiene pero con un exceso también, creando problemas de olores desagradables. El objetivo es humedecer el material del compostador pero sin que haya un exceso que salga por debajo e impida la circulación de aire, provocando los problemas ya comentados de malos olores.
AIRE: Lo más importante es que el diseño de la compostadora facilite la autoaireación asimismo la mezcla deberá tener una estructura esponjosa que lo permita gracias a los restos vegetales secos y triturados.
ALIMENTACIÓN: El compostador se comportará, en cierta manera, como un ser que hemos de alimentar y al que debemos cuidar. Por ello hemos de seleccionar los alimentos y añadirlos en una proporción adecuada, haciendo una mezcla entre:
- Restos de cocina y restos verdes de jardín.
- Restos vegetales secos y triturados.
Hay dos maneras de mezclar el material, echando primero los restos de cocina y jardín y poner por encima los restos secos y triturados para que no desprenda olor y lo proteja, o echar los dos tipos de restos a la vez a la compostadora y mezclarlo con una pala, dejando una pequeña capa encima de la mezcla de vegetales secos.
La velocidad de esta transformación puede ir desde los 3 meses a los 12-16 meses, dependiendo de las atenciones hechas al compostador. Cuanto más tiempo las condiciones de trabajo sean óptimas (humedad y esponjosidad adecuadas) más rápida será la transformación.
Sabrás que el compost está listo si:
- Plantas una semilla de legumbre en un poco de compost y crece en una semana.
- Pinchas con una vara y apenas quedan trozos grandes de compost adheridos.
- Cierras un poco de compost en una bolsa sin aire ni sol y en 1 día huele a tierra fresca.
Vía:
http://www1.diba.cat/uliep/pdf/49526.pdf
http://www.compostaenred.org/documentacion/Manuales/3Manual_Compostaje_El%20Rosario.pdf