¿Cuántas veces te has pegado al radiador para celentarte en esas tardes demasiado frías?
Jeroen Wesselink viene a solucionar este problema inventando directamente la silla radiador. Se acabó lo de pegar el culete un ratito o frotar las manos unos minutos al lado. Ahora directamente podemos usar el radiador como silla (o la silla como radiador, dependiendo del cristal con el que se mire) y estar calentitos todo el tiempo mientras trabajamos, calcetamos o leemos el periódico.
Eso sí, hay que controlar la temperatura para evitar quemaduras bastante probables.
A través de esta silla hemos podido conocer mejor a su diseñador, Jeroen Wesselink.
En la web de este creador danés podéis ver otros diseños de sillas y muebles realmente originales como las sillas Floco y My dear (que podéis ver sobre y bajo estas líneas) o una mesa porta rollos para el baño. No se puede negar que a este diseñador imaginación le sobra…
Vía: Fresh Home