El moho, ese gran indeseable, pertenece al grupo de los hongos en el que también se encuentran las setas y las levaduras. Se cree que pueden existir centenares de miles de especies de moho y las que podemos encontrar normalmente en nuestras casas son las Cladosporium, Penicillium, Alternaria y Aspergillus.
En los últimos años ha aumentado el número de personas alérgicas o sensibles al moho lo que les puede provocar episodios de asma en asmáticos y alérgicos y en personas consideradas sanas puede causar rinitis, afecciones en el aparato respiratorio, tos y fiebre. Este aumento se debe a que en las nuevas construcciones los edificios están mejor sellados lo que propicia que la ventilación sea mala y el aire no se renueva. Todos estos factores parecen ser los causantes de que algunos mohos tóxicos que siempre han existido afecten ahora a nuestra salud con más facilidad.
Para prevenir la aparición del moho tienes que saber que se reproduce a través de esporas que pueden estar latentes hasta que se dan las condiciones de humedad, temperatura y oxígeno.
Control de la humedad
El moho puede darse de dos maneras: en una habitación poco ventilada y con un grado alto de humedad o de condensación o en una superficie que se encuentre mojada durante al menos 24 o 48 horas.
Para reducir el grado de humedad en verano podemos utilizar el aire acondicionado y en invierno deshumidificadores. Es recomendable tener un higrómetro para controlar el grado de humedad que tenemos en casa.
Métodos de prevención
- Ventilación: Ventilar la casa para evitar bolsas de humedad o condensación.
- Luz solar: El moho no puede vivir si hay presencia de luz solar, procura que tus habitaciones reciban la máxima cantidad de luz posible.
- Pinturas antimoho: Utilizar pinturas antimoho en las paredes susceptibles o ya afectadas por moho. Tened cuidado con los funguicidas porque son muy tóxicos
- Limpieza zonas húmedas: Limpiar las estancias húmedas de la casa, como lavabos y cocina, con productos que eliminen el moho que no sean tóxicos, como el bicarbonato o el agua oxigenada.
- Ropa: Mantener la ropa seca, si tendemos la ropa dentro de casa, es mejor utilizar un deshumidificador eléctrico para secarla.
Eliminar el moho
Si el moho ya se ha instalado en tu casa estas son las soluciones dependiendo de la superficie y la gravedad. Para “atacar” al moho independientemente de dónde se encuentre es necesario que uses guantes no porosos, mascarilla (para evitar entrar en contacto con las esporas de moho), tendrás que lavar la ropa que uses para limpiar y si la superficie afectada es muy grande te recomendamos que uses un deshumidificador que acabe con las posibles esporas que queden por el aire para evitar que se propague.
- Paredes y techo: Si la superficie no es porosa tan solo hay que pasar un paño húmedo. En el caso de que sea porosa tienes que rascar la pared y volver a enyesar o cambiar la placa de yeso.
- Madera: Con una esponja y un poco de vinagre diluido se puede eliminar el moho de la madera afectada.
- Moqueta y alfombras: Si la moqueta es fija se deberá cambiar la zona afectada por moqueta nueva. Las moquetas que no sean fijas y las alfombras deberán sacarse al exterior, limpiar con agua en la que se haya disuelto percarbonato sódico, enjuagar muy bien y dejarlas secar al sol. Después habrá que aspirarlas para eliminar las esporas.
- Baldosas: Se puede eliminar el moho fácilmente con vinagre o agua oxigenada dejándolos actuar durante unos 15-20 minutos.
Si tienes este ocupa en casa esperamos haberte dado unas pinceladas de cómo poder librarte de él. Vía: eliminar el moho, Hola