Gas, vitrocerámica o inducción ¿Qué tipo de cocina elegir?

Estamos acostumbrados a escuchar a diario cocina de gas, vitrocerámica e inducción pero en realidad sabes ¿Cuáles son las diferencias?

Las cocinas de gas son las tradicionales y  las más conocidas por todos. Funcionan mediante quemadores de gas, aunque parecen estar cayendo en desuso en los hogares por ser más sucias y las menos seguras, puesto que la llama se puede apagar con una ráfaga de aire o cualquier líquido  y el gas seguiría saliendo.  Aun así siguen siendo las reinas en las cocinas profesionales, pues son las más rápidas y más económicas.

Pero la gran duda suele estar entre la vitrocerámica y la placa de inducción, a simple vista son prácticamente idénticas. De hecho la superficie de ambas es de vidrio cerámicas y fáciles de limpiar, pero existen varías diferencias que debes analizar si estás pensando en adquirir una nueva cocina.

La primera gran diferencia la encontrarás en la tienda, una cocina de inducción cuesta casi el doble que la vitrocerámica. Quizás a muchos os llegue con este dato para decantaros por una u otra. Pero si bien es cierto que la placa de inducción necesita de una inversión inicial mayor, también lo es que gastan hasta un 30% menos electricidad que las vitrocerámicas y que son más rápidas. Esto se debe a que  este tipo de placas calientan directamente el recipiente en el que vamos a cocinar evitando así pérdidas de energía. Además, la placa no se calienta lo que la hace más fácil de limpiar y más seguras que las vitrocerámicas tradicionales.  Por otro lado, las placas de inducción cuentan con las tecnologías más novedosas, lo que nos permite cosas como programar la hora de apagado o detectar automáticamente si hay un recipiente o no encima, y en función de ello encenderse o apagarse.

Quizás una de las grandes desventajas de las placas de inducción es la limitación en el menaje, pues no puedes cocinar con cualquier recipiente aunque cada vez es más normal que las ollas y sartenes estén adaptadas para inducción. Para comprobarlo basta con acercar un imán al recipiente, si se pega es válido para cocina de inducción. Pero si no lo es puedes comprar adaptadores para la cocina, aunque éste hará que pierdas parte de la energía producida.