Ni es una ventana ni es luz natural

Hace poco te contábamos lo importante que era la presencia de luz natural en los países nórdicos, porque les aporta ese extra que hace más felices sus días, les proporciona estabilidad en sus horarios y los baña de vitamina D que hace que la “depresión estacional” sea más llevadera. Como remedio tienen lámparas de luz ultravioleta que suplen la falta de sol.

¿Por qué te contamos todo esto? Porque la marca italiana CoeLux ha ganado el premio “Innovación del año” en los Lux Awards por crear un sistema de iluminación artificial que simula con un gran realismo la luz solar y supondrá un gran cambio en las sociedades que presenten este tipo de “problema”.

Este equipo de investigadores ha logrado replicar con gran realismo la conocida como dispersión de Rayleigh, que consigue que el cielo tenga ese azul tan característico. Esta creación de los italianos permite reproducir fielmente la iluminación natural hasta el extremo que el propio jurado del galardón ha afirmado en su entrega que “tiene que ser visto en funcionamiento para creerlo”.

Este equipo de científicos ha trabajado con nanopartículas para recrear el paso de la luz por la atmósfera y, de hecho, uno de los mantras que han perseguido los italianos ha sido no sólo simular la luz del sol, “sino recrear también la atmósfera”.

El impacto de CoeLux puede ser tan grande que podría transformar el skyline de las ciudades, sustituyendo los rascacielos por edificios que crezcan bajo tierra gracias a la luz artificial que proporciona su producto. Y los italianos no contemplan únicamente su uso en viviendas, sótanos o zonas residenciales, sino que prevén que pueda utilizarse también en hospitales, aeropuertos o incluso en los metros de las ciudades.

Por ahora es un producto que sólo pueden adquirir los bolsillos más adinerados, “la ventana” cuesta 70.000 euros.

Vía: el confidencial, petapixel