La pintura de leche o “milk paint” es ecológica y está hecha a base de productos naturales. Su elaboración es muy sencilla, y en el post de hoy te enseñaremos a prepararla.
Esta pintura comparte muchas características con la “chalk paint”, ambas se pueden aplicar en (casi) cualquier superficie: madera, plástico, yeso, vidrio, metal..y no requiere lijado previo. Además no produce olores, se puede aplicar con rodillo o brocha y se limpia fácilmente con jabón y agua tibia.
¿Te estás preguntando cuánto tarda en secarse? Pues es muy rápido, unos 30 minutos y al acabar puedes aplicarle cera o un barniz protector.
¿Estás preparado? ¡Empezamos!
Necesitas:
– 500 ml de leche descremada. Su principal componente es la proteína de la leche ( la caseína)
– 25 ml de vinagre blanco
– 25 gramos de escayola en polvo
– 50 ml de agua templada
– Pigmento (pintura acrílica, pigmentos naturales, blanco de titanio, etc.)
No te emociones haciendo mucha cantidad porque su caducidad es muy corta, en un par de días es inservible.
- Vierte la leche descremada en un cazo y cuando esté a punto de hervir (haga burbujas), retírala del fuego.
- A continuación añade poco a poco el vinagre mientras remueves. Verás como se corta la leche y se queda con un aspecto parecido al del requesón.
- Tienes que colar esta mezcla con una media, un papel, colador.. y separarla.
- En un recipiente aparte tienes que ligar el agua, con la escayola y el pigmento o colorante que escojas.
- Para acabar tienes que juntar la “leche” con el resto de la mezcla que has preparado. Utiliza una batidora para que te quede homogénea, pero si lo que quieres es un resultado más rústico puedes dejarle algunos grumos.
¡TACHÁN! ¡TACHÁN!
PINTURA HECHA
Ahora utiliza tu imaginación para aplicárselo a lo que quieras.
Vía: bricolaje.facilisimo