A la hora de construir o reformar nuestra casa debemos analizar con detenimiento cada uno de los elementos a instalar. La elección de las puertas puede determinar la distribución y decoración de nuestro hogar. Las correderas resultan una opción interesante en diferentes situaciones.
En líneas generales, podemos señalar las tres principales ventajas de optar por puertas correderas en nuestra casa:
- Lograremos la eliminación de las barreras arquitectónicas que encontramos a nuestro alrededor en un sinfín de ocasiones.
- Ganaremos espacio, este es un factor fundamental cuando los cuartos son pequeños, pues podemos ganar hasta un 1,5 metros cuadrados de superficie útil.
- Aumenta la creatividad decorativa. El diseño y los acabados de este tipo de puertas es enorme y cada vez más elaborados, lo que nos permite utilizarlas como un elemento decorativo más en nuestro hogar.
Estas son las principales ventajas que nos proporcionan este tipo de puertas pero existen muchas otras, dependiendo del lugar donde las instalemos. Por ejemplo, cuando la puerta es doble el instalar una puerta corredera nos permitirá unir o independizar dos espacios contiguos proporcionándonos amplitud o independencia, en función de si mantenemos las puertas abiertas o cerradas. Otro factor destacable es el aprovechamiento de la luz natural de un cuarto a otro, siempre que las puertas instaladas sean de cristal. Cada espacio tiene unas necesidades específicas y las puertas correderas pueden adaptarse a cada una de ellas.
Su intalación puede realizarse mediante dos sistemas de sujeción diferentes:
- Guía exterior: la puerta se traslada por una guía colocada en la parte superior y exterior del tabique. Es una solución práctica puesto que permite su instalación de forma rápida y económica, sin necesidad de realizar obras. Su principal desventaja es que debemos mantener vacío el espacio que ocupará la puerta cuando esté abierta.
- Corredera empotrada: la puerta queda oculta entre dos tabiques una vez abierta. Las obras de instalación son un poco más complejas, pero tiene la ventaja de que no necesitamos conservar un espacio de pared vacío para permitir su apertura.